domingo, 4 de septiembre de 2011

En contra de nuestra voluntad

Queridas princesas:




Escribo acerca de un tema que me comentó Helena en el mail. La ruptura forzosa. Qué ocurre cuando se deja ir en contra de nuestra voluntad a alguien a quien amamos o qué pasa antes/después de ella.



Vereis como siempre es mejor centrarse en una experiencia personal. Hay cientos y cientos de relaciones. El problema es ese punto en el que te entregas tanto que nada ni nadie importa, ni siquiera el hecho de que se ha acabado.



¿Cuándo se debe de decir basta? O peor aún ¿qué hacer si te lo dicen cuando menos te lo esperas? El amor es el arma más peligrosa que existe, suele ser algo inexplicable e incontrolable. Si ayer analizamos los diferentes tipos de hombres con los que podemos toparnos, tenemos que decir que sería imposible las miles de frases que se utilizan para acabar una relación.

En un acto de mínima virilidad, androcentrismo, cobardía y culpabilidad una mujer puede escuchar mil cosas. Desde el “ no soy demasiado bueno para ti”, a el “no quiero hacerte daño”, “pienso que es mejor que nos demos un tiempo”, “en este momento no me encuentro bien, pero pronto lo estaré y volveremos a estar juntos”, “tu te mereces algo mejor”, “creo que estoy en un momento de mi vida raro”.



¿Qué es esto? ¿Qué clase de excusas patéticas se puede llegar a inventar un chico asustado? En muchos casos lo peor ya no es la horrible excusa que pongan, sino su comportamiento posterior.

Si no han sido capaces de decir “no te quiero” te puedes esperar cualquier cosa. No hay nada más odioso y burlesco que un cobarde.

A las mujeres evidentemente nos duele y nos enfada que alguien a quien amamos nos diga “ no te quiero” pero enfada mucho más las excusas deplorables que algunos hombres son capaces de inventar para no dar la cara. Si nos dicen algunas de las anteriores frases el estado de enamoramiento en el que estamos y que nos deja las neuronas echas polvo , nos impide ver la realidad y nos aferramos a que todo ha sido un problema tonto que se va a resolver con brevedad. Pero no es así .A una amiga mía hace poco la dejaron por mensaje. No hay nada menos honroso que eso, me encontraba con mi amiga en plena tarde de compras para animarla de su pelea con su novio desde hace tres años, cuando entre lágrimas me comunicó un sms con la frase “ Te quiero más que a nada en este mundo, pero en este momento deberíamos alejarnos un tiempo”. ¿Un tiempo? A ver en ese momento tú, al pasar unos días (que ves sufrir a tu amiga , la cual te mira con ojos implorantes pidiéndote una solución que sabes perfectamente que no existe) tienes ganas de matarlo. Te das cuenta desde fuera que es una barbaridad, una excusa barata que no tiene ningún fundamento y tu amiga sin embargo busca miles de motivos por lo que se ha podido desencadenar un problema que seguro que tiene solución.



Mi querida amiga, no esperes más junto al teléfono , ni esperes una solución que lo arregle todo. Cuando alguien te quiere de verdad no pueden pasar más de una semana y media enfadado. Él tiene claro que quiere dejarlo , pero no sabe cómo decirte qué siente porque realmente tú no le has dado ningún motivo para ello. Simplemente es una persona inestable que no sabe lo que quiere y que va a pagar contigo su inseguridad.



Si somos capaces de decir te quiero ,¿ porqué no somos capaces de decir no te quiero? Se trata de sinceridad y de lealtad ¿no? Supongo que es miedo al rechazo o a que nos juzguen o realmente nos damos cuenta de que queremos a esa persona pero no lo suficiente como para seguir adelante. Pero no es justa la mentira. Al ver a mi amiga tan desconsolada, me di cuenta de que el problema en sí ya no era “ no te quiero” sino la incertidumbre de no saberlo con certeza. Los hombres y las mujeres tenemos una facilidad inconsumable por hacernos daño y no somos capaces de darnos cuenta de que en muchos casos una verdad bien dicha puede ayudar más que una mentira piadosa. Porque estas mentiras piadosas dan lugar a que la imaginación vuele y que el corazón rehuya de creer aquello a lo que se ha entregado.



El problema de las relaciones es ese estado de dependencia que se crea. Llega un momento en el que el miedo puede congelar nuestros sentidos porque hemos imaginado nuestro mundo alrededor del mundo de esa persona , que en ocasiones es inventada por nosotros. Tendemos a idealizar a las personas siendo algo erróneo. Pero supongo que es algo que no se puede evitar. Se empieza algo con tal ilusión que a veces pensamos que es una relación que no va a acabar nunca y no estamos preparados para ese tipo de golpes.



A las personas que estamos alrededor y que hemos vivido en algún momento algo parecido solo nos queda, estar al lado y consolar como se puede a ese ser querido que tanto nos importa.



Cuando se ha observado que realmente no hay solución, se pasa de justificar a la pareja, a echarse la culpa a uno mismo, y luego se baja de esa especia de “altar” al que teníamos subido al ser amado. Después nos culpamos por no habernos dado cuenta antes de la situación y finalmente, se pierde la esperanza. Este es el momento más angustioso, porque se ha perdido esa ilusión por arreglar lo sucedido y uno se da cuenta de que ha perdido el tiempo al lado de esa persona que ni siquiera nos merece. La autoestima baja hasta puntos insospechables, la voz de una amiga que te dice que no estás sola y que ella pasó también por algo así y que se supera, es algo crucial. En esos momentos nuestro mundo se hunde y nosotros ya no pasamos a un 2º plano, sino a un 3º o 4º y solo nos centramos en cuándo se dejará de sentir el dolor. Mi amiga se encuentra en este punto básicamente.



Eso me da que pensar. Hay diferentes tipos de afrontar este problema. Según el carácter o según la forma de ver la vida. Pero eso lo voy a dejar para mañana, aún tengo que llamar a una desconsolada amiga que no puede dormir. Y eso es lo primero.



Os mando un besito princesas.

;)





http://www.youtube.com/watch?v=9BMwcO6_hyA&ob=av2e

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